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alfonsotrinidad

Lo que nos dejó Antonio Ribera.

Lo que nos dejó Antonio Ribera.

Hace muy poquito me llegaba la noticia del fallecimiento el investigador y ufólogo Willy Smith. Uno menos para contar historias y escribir sucesos.

Irremediablemente me venía a la memoria Antonio Ribera.

Para muchos que se iniciaron en la ufología y en los misterios en los principios de los 80 o incluso antes, Ribera fue sin duda la imagen a seguir. Por aquel entonces era la batuta de la ufología nacional y prácticamente la única referencia que tenían en el extranjero de la investigación OVNI en España.

Sin embargo el espaldarazo mediático en aquellos recién estrenados ochenta lo daría  Juan José Benítez, "J.J.",  con su "OVNIs S.O.S. a la humanidad" dónde los ETs y los platillos volantes campaban a sus anchas por el desierto de Chilca en Perú. Poco importa si eran luces proyectadas por faros de coches o fenómenos anómalos reales. En definitiva permanece, a mi modo de ver, como un antes y un después en la difusión del fenómeno OVNI  en España. Desde entonces muchos aficionados y algunos otros con ganas de investigar se lanzaban a la aventura contagiados por los libros de Benítez o maravillados por los escritos de Ribera.

Yo era de los que tenía el corazón dividido. La cabeza me decía que los pasos a seguir eran los dados por Ribera. El corazón, sin embargo, me arrastraba al "encantamiento" de "J.J."

Así fue creciendo una generación de investigadores que ahora oscilan entre los treinta y poquitos y treinta y muchitos.

La muerte de Willy Smith me remonta varios años atrás cuando con mi colega Jordi Jiménez Olla ( ¡ya eres médico!...como pasa el tiempo) se nos fué su segundo apellido y nos decidimos por organizar un "congreso nacional del fenómeno abducción"; casi nada. 

Una reunión que en principio estaba reservada a investigadores y dónde las ponencias tuvieron lugar a cargo de destacados personajes de la investigación: Salvador Freixedo, Pablo Villarrubia, Josep Guijarro, Magdalena del Amo, Iker Jímenez, Pere Alcaraz, un servidor...y por supuesto Antonio Ribera.

Antonio presentaba in situ su último libro "Abducción", dónde recopilaba algunos de los casos de secuestros que consideraba más relevantes de la historia. Antonio , por supuesto, abría el congreso SIN  cobrar  UN DURO, cosa que no le impedía acudir una y otra vez a mis llamadas.

Aun recuerdo cuando le comenté que queríamos hacer ese congreso pero que solo podíamos pagarle el alojamiento y las comidas: No dudo un momento en decir que estaba dispuesto. Siempre estaba dispuesto. Difícilmente tenía una mala palabra. También me viene a la mente una conversación con él algún tiempo después , cuando a raíz de una entrevista que le solicitaba para mi "Espejo Turbulento" ( la última que pude hacerle ya que pocas semanas después fallecía) me comentó en tono jocoso:

"Nos has jubilado de un plumazo, amigo". La razón no era otra que un simple artículo de opinión que firmé en la desaparecida revista "Nuevos Horizontes" dónde destacaba que los investigadores de los años 50 ,60, 70 y 80 serían meros aficionados al lado de las investigaciones realizadas en los 90. La razón era simple: Internet hacía que la información, las fotos y el relato de un caso acaecido en las antípodas llegara a cualquier parte del mundo en segundos. Antaño ese tipo de "información" estaba reservada solo a unos pocos investigadores que con su labor de años habíanse creado una red de información y se hacían llegar unos a los otros esos casos que luego aparecían como "exclusiva" meses después en el país de cada uno. Nos asombrábamos al ver como llegaba a nuestro país un caso ocurrido en la India o en la selva amazónica.

Antonio me daba la razón porque resultaba que en aquel recién estrenado siglo XXI un simple "click" te llevaba a esos países. Un simple e mail y tenías toda la información que hacía unos años tardaban semanas hasta llegar a tu buzón...y si hablamos de analizar fotos....ni os cuento.

 "- Tienes razón Alfonso-" Me decía Antonio al otro lado del teléfono con la voz fatigada´.

- "¿Pero sabes lo que se va a conseguir con todo esto? Que no sepamos distinguir entre un buen investigador que conozca a fondo el  fenómeno de un advenedizo que solo busca ser el más rápido y colgarse la medalla de la inmediatez".

Yo en aquel momento dudaba de aquella frase. Pensaba que sería fácil para el lector, navegante o seguidor, diferenciar un simple "recopilador y asaltador de exclusivas" de un investigador de fondo.

Me equivoqué.

Antonio acertaba.

Hoy día hay que ir con lupa para detectar a esos "asaltadores de exclusivas" que se lanzan a divulgar un caso, sin comprobar su procedéncia,y permítanme la comparación: es como la famosa historia de los gatos bonsáis metidos en botellas que aparece cada x tiempo en la red desde hace un montón de años y siempre te lo manda un amiguete que afirma que es verídico porque se lo ha dicho Fulanito...

La muerte de Will Smith me recordó esa conferencia de apertura de Antonio Ribera en el congreso: Las mismas anécdotas, los mismos chascarrillos y la misma forma de hacer las pausas antes de revelar una historia fantástica. Y ya las podía escuchar una , cinco o cien veces que siempre me hacía sonreír y emocionar. Y me obligaba a aplaudir a rabiar cuando terminaba.

El bueno de Antonio Ribera era genial. Genial por lo sencillo que lo hacía todo. Porque no se cortaba un pelo al decir las cosas. Porque "contaba" las cosas y no vendía humo: Vendía Historías y narraba relatos.

Me enteraba del fallecimiento de Antonio Ribera recién regresado de un viaje. El primero que hacía después de haber decidido dejar de aparecer en los medios de comunicación. Al volver de ese viaje traía las maletas cargadas de casos y cosas apasionantes: de Antigua, de Puerto Rico, de Barbados, de Chichen ITzá... y de Chilca, como no. La duda de divulgar mostrar, redactar describir, me volvía a amenazar con saltar de nuevo al ruedo. Pero la noticia del fallecimiento de Antonio Ribera fue como una señal, como un aviso:     " Se acabó" los grandes buscadores se acabaron con Antonio...

Sin embargo estaba equivocado, otra vez.

Lo que nos dejó Antonio Ribera es una forma de vida. Una forma de buscar. Una forma de relacionarse con lo fronterizo. y sobre todo, una forma de comportarse ante el misterio. Solo por ellos, y por otros como Jiménez del Oso, vale la pena hacer un esfuerzo y tratar de aportar ese granito de arena en la búsqueda.

Lo que nos dejó Antonio Ribera no fué una teoría ni una sentencia. Lo que nos dejó Antonio Ribera es una forma de convivir con la "búsqueda".

No sé si hay OVNIs, pero hay que seguir tras ellos.

1 comentario

claudia -

¿Sabes Alfonso?, aunque nunca he sido una investigadora, me he sentido "identificada"con algunas cosas que has dicho, pues esa emoción que narras al presenciar los relatos de estos grandes investigadores la he sentido yo cuando gracias a la radio o la tele o incluso un libro he podido conocer cada una de las historias del Misterio que algunos de estos veteranos nos han sabido contar tan bien. Para mí Benitez fue una referencia, al igual que Jimenez del Oso, aunque en mi caso para persistir en mi curiosidad y querer saber más sobre todos estos temas... Cierto que las herramientas de la nueva sociedad de la información traen consigo sus ventajas, pero también lo es que al estar disponibles al alcance de cualquiera, muchas veces son mal empleadas y por desgracia solo favorecen al descrédito y desinteres de estos temas por parte de otros que apenas comienzan a echarles un vistazo...